En los primeros días de clase, vimos los tipos de motivación que había: la
intrínseca, por la que hago una tarea porque me gusta; y la extrínseca, que
consiste en que lo que me mueve a hacer la tarea es algo ajena a ella, como por
ejemplo el dinero. También hablamos del peligro de que una tarea que nos guste
se vuleva extrínseca, lo que contribuye a que la hagamos de una forma menos
eficaz. Para evitar esto, se han desarrollado una serie de técnicas para
convertir la motivación extrínseca en intrínseca.
- Técnica del éxito inicial: Consiste en planear pequeñas
tareas asequibles para los alumnos, para que éstos puedan ejecutarlas
fácilmente y elogiándoles posteriormente por su éxito. Es la primera
piedra de la motivación para que luego se les pueda pedir tareas más
exigentes.

- Técnica de correlación con la
realidad:
Establecer una relación entre la realidad y lo que está explicando con
experiencias o hechos. De este modo, los alumnos no lo perciben como algo
abstracto y ven que es posible aquello que se les está explicando.
- Técnica del fracaso con
rehabilitación:
Presentar a los alumnos un problema o proponerles una tarea para la que no
están aún capacitados. Ante este fracaso, los alumnos tienen la necesidad
de aprender lo que les falta para completar dicha tarea. Tras habérsela
explicado, los alumnos vuelven a la tarea inicial para realizarla
satisfactoriamente.
- Técnica de competencia o
rivalidad:
Autosuperación del individuo a través de tareas de dificultad progresiva.
Rivalidad entre grupos equivalentes, reconociendo la victoria del ganador.
Es el segundo paso después de la del éxito inicial. Las personas van
aprendiendo poco a poco a realizar tareas exigentes y además se les
propone un rival para que den lo mejor de ellos mismos para superarles.
- Técnica de la participación
activa y directa: Hacer
participar a los alumnos con sus sugerencias, en la ejecución de sus
trabajos y su valoración de los resultados obtenidos. De este modo, el
alumno se siente involucrado y por tanto siente la
responsabilidad de que su trabajo influirá en la realización de la
tarea.
No solo se han desarrollado técnicas, sino también una serie de conceptos
que cualquier líder debe tener en cuenta con sus empleados:
- Brindarles oportunidades de
desarrollo y autorrealización: Delegar u otorgarles mayor autoridad, mayor
poder de decisión, mayor autonomía, mayores responsabilidades, mayores
facultades, nuevas funciones, nuevas tareas, nuevos retos, nuevas metas o
nuevas oportunidades para que expresen su creatividad. Está relacionado
con la técnica de la participación activa, pues involucras más
al empleado.
- Darles reconocimiento por sus
logros:
Reconocer sus buenos desempeños, objetivos, resultados o logros obtenidos
(recompensa económica, elogios, premios). Evitar siempre que se pueda la
económica, ya que puede que el individuo empiece solo a trabajar por el
dinero.
- Mostrar interés por ellos: Mostrar interés por sus
acciones y problemas. No sólo preocuparse por su trabajo en la empresa
sino también, por lo que pueda suceder en su vida personal. Se crea así un
clima de confianza, lejos de la tensión.
- Darles variedad: Consiste en evitar que los
empleados caigan en la rutina de tener que cumplir siempre las mismas
tareas (nuevas funciones, rotar los puestos, nuevos retos y
metas).
- Relación con sus compañeros: Brindar a los trabajadores
posibilidades y oportunidades de que tengan una mayor relación con sus
compañeros. Para ello, podemos crear equipos de trabajo, organizar
actividades, eventos o reuniones sociales.
- Buenas condiciones de trabajo: Condiciones laborales
(salario, seguros, posibilidades de ascender, beneficios sociales) y clima
agradable de trabajo que haga al empleado sentirse a gusto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario